Qué investiga? No se sabe. Nadie sabe. ¿La fotografía? ¿La historia? Fotos de puntos. Fotos de hitos. Fotos malogradas en placas negativas de vidrio. La historia del error en la fotografía. Metáforas de la historia. Panoramas rotos. Panoramas discontinuos como planos circulares anteriores al cine. Retazos de paisajes. Paisajes en tierra de nadie. La vanguardia adelantada a la vanguardia. El efecto del tiempo en la vida biológica de las fotos. El arte involuntario de un grupo de topógrafos demarcadores. El último trazo civilizatorio del siglo XIX para el boceto de un proyecto nacional. La última frontera en el mapa. Un contorno definitivo para el país que nunca deja de redefinirse.
Los Andes. Dos puntos.
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A fines del siglo XIX la fotografía se convirtió en una herramienta para trazar esta línea imaginaria. Justo cuando las fronteras nacionales empezaban a ser demarcadas en el terreno, la cámara se convertía en un instrumento de uso corriente gracias a los avances técnicos del medio. La estereoscopia para fotogrametría terrestre, el fototeodolito, el uso de panorámicas, todas las técnicas se utilizaban para registrar un territorio virgen para la fotografía. Los demarcadores eran fotógrafos aficionados que tomaban vistas de esos mundos nuevos para la lente. Tenían que hacerlo en condiciones difíciles y el error, el fallo, era frecuente. Las placas se rompían, se estropeaban, los trípodes vibraban. Se puede encontrar un verdadero catálogo de errores fotográficos clasificables en la colección de negativos de vidrio de la Comisión de Límites con Chile. Es exactamente eso lo que esta publicación explora. Una investigación sobre el error fotográfico antes de que fuera un motor para el desarrollo artístico. Antes también de que el fotógrafo fuera considerado un autor. En este primera parte de “La línea imaginaria” las imágenes malogradas de Los Andes se ponen en diálogo.
At the end of the 19th century, photography became a tool for drawing this imaginary line. Just as national borders were beginning to be demarcated on the ground, the camera became a commonly used instrument thanks to technical advances in the medium. Stereoscopy for terrestrial photogrammetry, the phototheodolite, the use of panoramas—all these techniques were used to record territory that was new to photography. The demarcators were amateur photographers who took pictures of these new worlds for the camera lens. They had to do so under difficult conditions, and mistakes and failures were frequent. Plates broke, were damaged, tripods vibrated. A veritable catalog of classifiable photographic errors can be found in the collection of glass negatives from the Boundary Commission with Chile. This is exactly what this publication explores. An investigation into photographic error before it became a driving force for artistic development. Before the photographer was considered an author. In this first part of “The Imaginary Line,” the failed images of the Andes are brought into dialogue.